lunes, 10 de mayo de 2010

"Zapata. Ilustre y desconocido", de Milagros Socorro

Género periodístico:
Este texto se inscribe dentro de la crónica periodística, elaborada con  profundidad y extensión. Resalta un cuidadoso uso de fechas y hechos pasados y presentes (para el momento en que fue publicado) que le dan orden cronológico al texto biográfico del artista Pedro León Zapata, permitiendo el recorrido por abundantes detalles y circunstancias, como es característico en este tipo de género periodístico en el que también es posible apreciar las orientaciones y posiciones de la autora.
En consonancia con lo antes expuesto, y de modo general, se puede afirmar que este texto responde a la estructura de la crónica, la cual está condicionada por esa exigencia de temporalidad que se desarrolla a lo largo del escrito en cuestión, lo que no descarta su naturaleza biográfica complementada con herramientas propias de la literatura y la estética del lenguaje.

Textos literarios:
Desde el inicio y a lo largo de todo el texto se aprecian calificativos que describen al artista: “protagonista del catálogo de las artes plásticas venezolanas de este siglo”; “quien lo recuerda como un muchacho de notable inteligencia y creatividad”; “Ya entonces lo veíamos como un artista prometedor y apostábamos, sin titubeos, al notable desarrollo que posteriormente alcanzó con su trabajo”; “su singular inteligencia y precoz cultura”; “la gran calidad plástica de su pintura”. Esto por citar algunas de las caracterizaciones que se hacen de Zapata en el desarrollo del escrito analizado.
De igual manera se encuentran varias descripciones de lugares, situaciones, contextos, personas e incluso personajes de las caricaturas de Zapata: “un individuo ventrudo, vestido con chaleco y adornado con un brillante en la mano”.
Se evidencia el uso frecuente de citas directas e indirectas y comentarios del propio Zapata y sus allegados (esposa, amigos, familiares y personalidades de la vida pública nacional), buscando con esto la variedad de fuentes a la par que se reconocen ciertas limitantes (“Muchas personas que conocieron a la pareja fueron consultadas y nadie corroboró esta apreciación, como tampoco fue posible dar con un testimonio que apoyara la versión de Reyes según la cual su vida de casada se vio sacudida por causa de un marido que periódicamente tenía crisis alcohólicas.”).
Otro elemento que resalta es el empleo de la negación para describir una cualidad o característica a partir de su contrario y de la palabra “No”, tal como se observa en los siguientes casos: “No soy, definitivamente, un artista producto de aquella original formación de acento europeo”, “Y no estoy inconforme del resultado porque realmente me aferro mucho a mi forma de expresión"; “No hay duda de que es el mejor editorialista venezolano de la democracia”; “En este momento no me ubico en ninguna parte porque dentro de mí, como consecuencia de todos esos hechos, no quedó sino un escepticismo absoluto.”
Entre otras figuras literarias presentes están la personificación, la hipérbole y el símil. En el primero de los casos destaca el siguiente ejemplo: “La nación cabecea” (pues, obviamente, la nación no tiene cabeza). Mientras que la exageración o hipérbole se presenta mediante citas indirectas: “asegura no haberlo visto nunca bajo otro efecto que el de la genialidad.” El caso del símil se da a través del nexo comparativo “como” (“trabajando como un loco").
Así también, abundan las frases populares y refranes que le dan mayor sentido local y nacional al texto: “claridad para la calle y oscuridad para la casa”, “les he echado un parado”, “los mirones eran de palo”, “poner la misma cara de palo”.
Es posible encontrar algunos eufemismos o expresiones políticamente aceptables que resultan menos ofensivas y directas, como en el siguiente extracto: “despertó el resquemor de cierto directivo de El Nacional, quien se dirigió a mí para sugerirme la conveniencia de interrumpir cuanto antes la publicación de sus caricaturas". De manera más discreta y menos abundante se aprecia el uso de interrogantes y cuestionamientos (“¿hay tantas personas importantes en este país?”) que acortan las distancias entre el lector, la autora e incluso el artista objeto del escrito, a saber, Pedro León Zapata.
Es pertinente mencionar que estos textos cumplen con las características señalada por Vivaldi (1967), citado en http://www.canalsocial.net/GER/ficha_GER.asp?id=9864&