"Úslar", de Milagros Socorro

Género periodístico:
El texto analizado responde a las características de la crónica periodística, no sólo por la presentación cronológica de un hecho y su desarrollo en el tiempo (“el martes de carnaval”, “a las once de la mañana”, “Hacia el final de la mañana”... ) sino también porque se trata de la narración de una noticia en la que se incorporan ciertos elementos de valoración e interpretación, complementados con herramientas literarias que acentúan la estética del lenguaje, permitiendo mayor libertad expresiva en su uso, lo que brinda un singular acercamiento entre la autora y el lector.
Textos literarios:
En este escrito se hace uso de algunas herramientas literarias que le otorgan una carga atractiva a su contenido. En tal sentido, en el primer párrafo, y a modo introductorio, nos encontramos con una descripción de lugar (“un amplio recinto de altas paredes de hierro pintado de blanco que por no llegar al techo dejan unos muy grandes ventanales abiertos a la brisa de las montañas circundantes”) que contextualiza el tema y permite al lector situarse en la escena narrada (el funeral de Úslar Pietri).
Así pues, el uso de la descripción de personas es frecuente a lo largo de todo el texto, teniendo, entre otros, los siguientes ejemplos:
“Contra la pared del fondo y de cara al féretro estaba Velasco, vestido de negro...”
... un hombre taciturno, sobrio y de aire solitario que respiraba con dificultad...”
“Y en un rincón, encogida y muy bien puesta, la señora Ana Luisa Braun Kerdel, hermana de la esposa de Úslar.”
Igualmente se evidencia el empleo de la numeración para listar y dar una idea clara y ordenada sobre una idea, en esta oportunidad los asistentes al acto (“Se veía un ralo conjunto de políticos, otro de académicos, un puñado de curiosos, algún funcionario de la cultura”).
Resulta enfático en este tipo de géneros la carga estética y la función poética del lenguaje que complementa la descripción (“maraña cantarina y jovial de los tordos cuya algarabía desmentía la luctuosa tonalidad de su plumaje”.
Otros recursos literarios transmiten una idea simple pero con valor estético y, que además, recogen expresiones y términos locales: “una bandada de torditos que se dedicó a cantar a todo gañote las vitales melodías de la naturaleza.”
También se usan calificativos que caracterizan y transmiten las posiciones y opiniones de la autora (“colega de excepción”, “otro grupito”, “un ralo conjunto de políticos”, “un huerfanito a deshora”).
La sensibilidad manifestada en el texto también se ve exarcebada mediante el uso de otras figuras literarias como la personificación o prosopopeya, la cual consiste en atribuir características humanas a seres inanimados, tal como se observa en el siguiente extracto: “y sobre su urna una cruz de flores con una cinta que decía (más bien susurraba): «De su hijo».”
A lo largo del desarrollo del texto éste se ve fortalecido con un amplio sentido de identidad, por tratarse de un tema que toca el sentir de toda una nación. En este orden de ideas se citan elementos, instituciones y personajes propios de la vida nacional (ex-presidentes de la República: Luis Herrera y Rafael Caldera; figuras y piezas musicales: Billo, el profesor Rui Rua, Alberto Naranjo, entre otros personajes e instituciones de la vida nacional: el cardenal Velásco, Academia Venezolana de la Lengua, Ministerio de la Secretaría, Presidencia de la República).
El género dramático de la “tragedia” también aparece en el texto no sólo por el hecho que se narra sino por la forma y los matices de la propia narración, otorgándole así una alta sensibilidad al hecho que se relata, como lo ejemplifica esta cita: “y lloré amargamente para mi sorpresa, para mi alivio, para mi cancelación de un siglo que acababa de ser enterrado.” lo que permite dar un cierre personal y contundente.